Hallan en Palenque un adorno nasal con una figura tallada en hueso humano.
*** Los investigadores descubrieron que el objeto fue manufacturado con la parte anterior de una tibia distal y se utilizaba para encarnar al dios maya del maíz y la fertilidad.
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25 de Septiembre del 2023.- Un grupo de investigadores mexicanos ha encontrado en la zona arqueológica de Palenque, al noreste del estado de Chiapas, un adorno nasal con una figura tallada en hueso humano.
La pieza, de tan solo 6,4 centímetros de largo por 5,2 cm de ancho, cuenta con un grabado del perfil de un hombre cuyo brazo izquierdo doblado en codo muestra el glifo maya ak’ab’ (‘oscuridad‘ o’noche‘), mientras que en el derecho la figura sujeta un objeto largo y delgado. En la parte baja se puede apreciar la representación de un cráneo humano sin mandíbula inferior, colocado sobre lo que parece un bulto de tela, comunica el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
Este tipo de accesorio, hallado por primera vez en la zona, lo usaban los gobernantes y sacerdotes de la antigua ciudad para encarnar al dios maya del maíz y la fertilidad, K’awiil, durante las ceremonias.
La pieza formaba parte de un depósito ritual colocado en el periodo Clásico Tardío (600 y 850 d. C.), para conmemorar la terminación de un edificio, en cuyo lugar ahora se encuentra la Casa C del Palacio de Palenque.
Los investigadores descubrieron que el adorno nasal fue manufacturado con la parte anterior de una tibia distal y, como producto terminado, su propósito era que la cresta que recorre la diáfisis del hueso duplicara el eje de la nariz y se proyectara sobre la frente de su portador.
«Los palencanos buscaron reproducir la cabeza de este dios [K’awiil] mediante la deformación craneal de manera intencional», dijo el director del Proyecto Arqueológico Palenque (PAP), Arnoldo González Cruz. Además, explicó que uno de los rasgos característicos de la divinidad es la forma de la cabeza extremadamente elongada y perfil que terminaba en punta, que parece emular a una mazorca.
«La forma tabular oblicua y el uso del adorno nasal permitían cubrir el puente de la nariz, para que el perfil, desde la punta de la nariz hasta la frente, fuera una línea continua y casi recta», detalló González.
Según los investigadores, este tipo de nariguera transmite las «creencias de los antiguos palencanos sobre el culto funerario y la existencia ultraterrena del ser humano«. Estos adornos también aparecen en varias representaciones escultóricas, como el sarcófago del Templo de las Inscripciones, el Tablero Oval de la Casa E y el Trono del Templo XXI, siendo portado por los ajaw —dignatarios mayas— Yohl Ik’nal, Sak K’uk’, Pakal I y Pakal II.